2016, el año internacional de las legumbres

La Organización de las Naciones Unidas (O.N.U.), sigue en su empeño por difundir los beneficios de una dieta equilibrada y las cualidades de algunos alimentos. Por este motivo ha declarado el 2016 como «Año internacional de las Legumbres«, más concretamente de las legumbres secas, es decir, garbanzos, habas secas, judías blancas, lentejas… Pero no se incluyen en este grupo las leguminosas que no forman parte de las llamadas legumbres secas, es decir, no entrarían dentro de esta clasificación los guisantes frescos, las judías verdes, la alfalfa…

Los garbanzos, una legumbre con muchas posibilidades

Durante este año se intentará sensibilizar a la población de la importancia de este tipo de alimento, poner sobre la mesa las ventajas nutricionales de las legumbres e intentar que toda la población mundial tenga acceso a ellas, o al menos reducir el número de habitantes que no tienen legumbres a su alcance. También se tratará de aumentar la producción de legumbres y mejorar la rotación de cultivos, huyendo del monocultivo.

Las leguminosas, así como los cereales y algunas frutas y raíces, han sido el pilar principal de la dieta de la humanidad durante mules de años. Las legumbres han acompañado a la especie humano desde tiempos immemorables. Además son la principal fuente de proteínas para la mayoría de seres herbívoros y omnívoros, incluyendo por supuesto en este último grupo a los humanos.

 

Y no son pocos los motivos por los que las legumbres secas han sido elegidos alimento del año por la O.N.U.

Comer legumbres es el método natural más eficaz y saludable para ingerir hierro, por ejemplo, las lentejas o las judías blancas contienen una mayor cantidad de hierro que las espinacas. Además nuestro metabolismo, disfruta de un mecanismo específico para absorber el hierro procedente de las legumbres. De hecho consumir algunos tipos de legumbres es incluso más eficaz que consumir algunos tipos de suplementos alimenticios. Por lo que son un alimento indispensable para combatir la anemia.

Algunos estudios apuntan a que los flavonoides y los fenoles, sustancias que poseen de modo bastante representativo las judías, reducen la aparición de algunos tipos de cánceres. Esto se da sobretodo con el consumo de judías rojas y negras.

Las alubias por su gran contenido en ácido fólico y magnesio (un mineral esencial), ayudan a mejorar la memoria el aprendizaje, no solo en gente joven como se presupone en muchas ocasiones si no también en personas de edad adulta e incluso en ancianos.

Unámonos pues a este año de las legumbres e incluyamos este completo alimento en nuestras comidas habituales.